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Mostrando entradas de 2011

Nuestra batalla de Spicheren (1870)

Hay ocasiones en que una simulación con miniaturas deja de ser un "juego" para convertirse, con un poco de imaginación, en un reflejo del cruel rostro de la guerra. Y este ha sido el caso de la batalla que representamos el pasado 17 de diciembre,  Spicheren , que aconteció en el marco de la guerra franco-prusiana de 1870-1871. En este conflicto cristalizaron muchos de los avances en el campo armamentístico desde las guerras napoleónicas. Así, se desarrollaba el fusil de retrocarga, como el excelente fusil de aguja  Chassepot  francés, de ánima rayada y gran alcance, o la  Mitralleuse , precursora de las actuales ametralladoras. La artillería también experimenta un desarrollo importante, siendo los cañones alemanes Krupp una buena muestra. De excelente precisión y largo alcance, permitían el tiro parabólico, siendo un precedente para los bombardeos de posiciones enemigas. En definitiva, toda una serie de adelantos que hacían la guerra muchísimo más cruenta y letal de lo

Vuelta a la mar

Esta semana pasada, en el afán de poner en marcha los buques napoleónicos que tengo pintados, hemos preparado una prueba de nuestro reglamento Con diez cañones por banda , de la cual haré una breve reseña. Con diez cañones... cuenta como principal característica que el movimiento de los barcos se hace simultáneo, es decir, los capitanes apuntan las maniobras que realizarán y, una vez lo han hecho todos, se ejecutan los movimientos a la vez. Ello le da una incertidumbre muy interesante a cada turno, ya que no sabes lo que va a hacer el contrario hasta que ves su maniobra. Otro detalle es que la velocidad del buque se estipula según esté respecto al viento. Con el viento por las aletas de babor y estribor (es decir, por las diagonales de la parte trasera), el barco alcanza su máxima velocidad; si el viento sopla por la popa (la parte trasera) la velocidad disminuye un tanto, ya que las velas no pueden aprovechar de modo óptimo la fuerza eólica. Otras posibilidades son que sople por bab

La revuelta ilergete de 205 a.C (2ª parte): La batalla

El pasado sábado hicimos la representación de la batalla que mencionábamos en la anterior entrada y he de reconocer que mis compañeros la jugaron estupendamente. Tanto los iberos como los romanos tomaron el enfrentamiento con mucha cautela, sobre todo los romanos, cuya situación resultaba en principio muy peliaguda, al ser notablemente superior el número de enemigos a los que se enfrentaban. Los planes de los iberos también traslucían prudencia, pese a la ventaja de su número. En ellos, se apostaba por el flanqueo de la caballería, en numero también superior a la romana, mientras se avanzaba progresivamente con los demás contingentes. Así, el desarrollo de los primeros turnos reflejaba las dificultades de los romanos para abarcar tan amplio frente. Mientras que las líneas de infantería ligera se aproximaban y comenzaban los primeros lances, favorables a los iberos, la caballería romana se desplazaba veloz hacia su flanco derecho para neutralizar la amenaza de los jinetes iberos que s

La revuelta ilergete de 205 a.C

En nuestro club existe la sana costumbre de que cada mes (como mínimo) un miembro prepara una batalla para ofrecérsela a sus compañeros. Éste ejerce como árbitro, diseña el escenario, reparte los equipos y selecciona los ejércitos.Es algo que nos enriquece a todos, ya que cada uno tiene sus preferencias y gustos y ello redunda en que mes a mes nos encontramos luchando bien con los Tercios, enfrentándonos o representando a los franceses de Napoleón, luchando en las Navas de Tolosa o, como es el caso que nos ocupa, luchando en el escenario de la subyugación romana a los pueblos hispánicos a fines del siglo III a.C. Y precisamente ésto es lo grande de nuestro reglamento, que naturalmente puede tener sus fallos, pero que permite, con las reglas específicas de cada escenario, recrear la mayor parte de las batallas que se dieron, al menos hasta la Guerra Franco-Prusiana. Y es que las motivaciones o inquietudes que cada uno tiene le hace decantarse por una u otra época. Personalmente, mi debi