Todos los que estamos en este mundillo tenemos un día al que, de un modo u otro, tememos llegar. Hace no mucho le sucedía a mi compañero de blog, Hetairoi, y ahora me ha llegado el turno a mi. Me mudo. Me cambio de casa. Me traslado. Evidentemente será para mejor, pero el trastorno no me lo quita nadie. La consecuente mudanza es lo que más temo, y sobre todo el transporte y almacenaje de mis más preciados bienes, mis miniaturas. Ya estoy calentándome la cabeza sobre cómo lo haré, donde meteré todos mis soldados y, sobre todo, donde los dejaré a buen recaudo, lejos de obreros, polvo, posibles golpes, etc... Quizá lo más duro será no verlos todos los días, ahí quietecitos ellos tras el cristal de mi vitrina, pero eso si, amenazadores con sus rifles apuntando, con sus lanzas listas para atacar, preparados para una carga de caballería o para una aplastante acción mis elefantes. Saberlos encerrados en cajas, a merced de un mal golpe o un achuchón inintencionado... ¡¡Iiiiiighhh! ¡¡Se me pon...
Wargames con miniaturas y tablero, pintura de miniaturas, comentarios relacionados con ambas aficiones...