Por fin he conseguido rematar el legionario que tenía entre manos. He arrancado un poco de tiempo para acabarlo, ya que me faltaban unos detalles, como el escudo y el pilum o la propia base.
Como mencioné en otra entrada, no soy asíduo a esta escala, ya que pinto más bien en escalas pequeñas. Sin embargo, hacía tiempo que iba detrás de hacer una incursión en este tamaño, para desintoxicar un poco de chiquitines. Con anterioridad había pintado alguna cosilla, pero creo que he evolucionado desde entonces. Bueno, aquí está el resultado:
Como mencioné en otra entrada, no soy asíduo a esta escala, ya que pinto más bien en escalas pequeñas. Sin embargo, hacía tiempo que iba detrás de hacer una incursión en este tamaño, para desintoxicar un poco de chiquitines. Con anterioridad había pintado alguna cosilla, pero creo que he evolucionado desde entonces. Bueno, aquí está el resultado:
La verdad es que disfruté empleando técnicas nuevas para mi, ya que en pequeñas escalas, aunque parezca que no, es mucho más fácil pintar, ya que el resultado del conjunto es diferente. Además, el 15 mm. tiene para mi una funcionalidad práctica. Yo pinto para emplear las miniaturas en simulaciones. Sin embargo, ésto es otra cosa, otro concepto...
A pesar de mis carencias, creo que no ha quedado del todo mal. No era en exceso difícil, pero para volverse a coger, no está mal. Creo que aún pintaré alguna más, que me da envidia sana Juan, mi colega de miniaturas de MiniMundo (¿Aún no habeis visitado su blog?. Pues preparad un pañuelito pá las babas y entrad).
Bueno. La miniatura es en 54 mm de El Viejo Dragón. Muy bien detallada, con gran expresividad y movimiento, reflejado en el instante en el que el legionario se dispone a arrojar la jabalina o pilum, antes del crudo cuerpo a cuerpo. El equipo es muy bueno, el clásico del legionario icónico, muy bien documentado y realista. Así encontramos el casco de tipo gálico, clásico de la etapa altoimperial, de época de Claudio en adelante (mitad del siglo I d.C.), o la lorica segmentata, coraza laminada que hace su aparición en estos momentos, si no me equivoco. El resto de equipamiento incluye el Gladius (espada corta), que parece del tipo Mainz (Hmmm. un poquillo desfasado para la época, pero vale. Yo tengo uno de ese tipo y es una pasada!!), o el puñal o Pugio y los pteruges, la protección del bajo vientre en forma de tiras de cuero con metal engarzado.
A pesar de mis carencias, creo que no ha quedado del todo mal. No era en exceso difícil, pero para volverse a coger, no está mal. Creo que aún pintaré alguna más, que me da envidia sana Juan, mi colega de miniaturas de MiniMundo (¿Aún no habeis visitado su blog?. Pues preparad un pañuelito pá las babas y entrad).
Bueno. La miniatura es en 54 mm de El Viejo Dragón. Muy bien detallada, con gran expresividad y movimiento, reflejado en el instante en el que el legionario se dispone a arrojar la jabalina o pilum, antes del crudo cuerpo a cuerpo. El equipo es muy bueno, el clásico del legionario icónico, muy bien documentado y realista. Así encontramos el casco de tipo gálico, clásico de la etapa altoimperial, de época de Claudio en adelante (mitad del siglo I d.C.), o la lorica segmentata, coraza laminada que hace su aparición en estos momentos, si no me equivoco. El resto de equipamiento incluye el Gladius (espada corta), que parece del tipo Mainz (Hmmm. un poquillo desfasado para la época, pero vale. Yo tengo uno de ese tipo y es una pasada!!), o el puñal o Pugio y los pteruges, la protección del bajo vientre en forma de tiras de cuero con metal engarzado.
El esquema de pintura es el típico, con la túnica en rojo, sin sorpresas. He empleado acrílicos para toda la miniatura, aunque según he leído, también es habitual trabajar con óleos, cosa que debo probar, ya que así los fundidos serán la leche...
El escudo ha sido un currillo,pero creo que finalmente se ha quedado bastante decente.
En fin. Veremos la próxima que tal. Por lo pronto he vuelto al 15 mm, y estoy ya enfrascado en los austríacos napoleónicos, a ver si puedo completar pronto una división de infantería... ¡¡Mein Gott!! ¡¡Cuanta faena y cuán poco tiempo!!
El escudo ha sido un currillo,pero creo que finalmente se ha quedado bastante decente.
En fin. Veremos la próxima que tal. Por lo pronto he vuelto al 15 mm, y estoy ya enfrascado en los austríacos napoleónicos, a ver si puedo completar pronto una división de infantería... ¡¡Mein Gott!! ¡¡Cuanta faena y cuán poco tiempo!!
Comentarios
Ya me gustaría a mi poder pintar la cuarta parte de bien de lo que tu haces. Yo creo que te ha quedado fenomenal.
Tengo ganas de ver a los austriacos, por cierto ¿De qué época son? Porque como cambiaron a lo largo de las guerras napoleónicas. No estaría mal que cuando los terminases los usaramos para recrear Marengo. Es una de las batallas pendientes del club.
Saludos
Mi agradecimiento por los elogios a mi blog y mi animo para que sigas trabajando con la escala que más te apetezca pintar, pues tras años pintando, he descubierto que lo mejor, es pintar lo que en esos momentos más te apetezca.
Si aceptas un consejo te diría que diluyas mas la pintura cuanto más grande sea la escala y tengas mas paciencia para terminarlas, pues necesitaras mas pasadas para llegar al color deseado. Y lo de los oleos... tu mismo, un engorro que te cagas.
Por supuesto que lo más importante es que te guste a ti.
Un saludo
Juan
Si no tienes inconveniente he utilizado la figura del legionario para ilustración de la nueva entrada en el blog de Estandarte (Si, otra modificación)
Un saludo