Tal día como hoy, un 8 de julio de 1709, nacía una nueva potencia y decaía otra en la Batalla de Poltava, en tierras ucranianas. Este enfrentamiento ponía fin a las aspiraciones suecas por derrotar a una Rusia que se estaba modernizando y que también tenía sus aspiraciones a controlar el mar Báltico.
Se engloba dentro de un conflicto que enfrentaba a suecos contra daneses, noruegos, polacos, rusos y sajones, en el que esta alianza trataba de poner freno al creciente expansionismo sueco que había comenzado en el siglo XVII . Cronológicamente es un conflicto paralelo nuestra Guerra de Sucesión, que enfrentaba a Austracistas y Borbónicos, es decir, a Austria, España (al menos la parte que apoyaba al pretendiente austracista Carlos), Inglaterra , Portugal, Provincias Unidas y el Ducado de Saboya contra Francia, la España fiel a Felipe de Anjou y Baviera.
De hecho, Luis XIV pretendió la ayuda de Carlos XII, el rey sueco, que declinó la oferta dado que estaba inmerso en sus campañas para conseguir territorios en Dinamarca, Polonia y Rusia, además de resultarle un conflicto realmente ajeno a sus pretensiones. De haber aceptado dar su apoyo al francés, ¡¡quizá sus tropas hubiesen campado por escenarios como Blenheim, Denain, Ramilliers o, ¿quién sabe? ,Almansa!!
En fin, para poder saber más acerca de este conflicto, basta con acercarse a la Wikipedia (entrada de la Gran Guerra del Norte) o a cualquier libro de historia y leer un poco sobre el tema. Tan sólo como resumen, decir que los suecos resultaron ser una potencia militar muy sólida y arrolladora, que fue de victoria en victoria consiguiendo territorios a sus vecinos daneses, noruegos, polacos y rusos hasta que decidieron conquistar Rusia, donde el Zar Pedro I, que había ido modernizando su ejército y que había sufrido un doloroso aprendizaje a base de derrotas iniciales como fue la de Narva, pudo hacer frente a los suecos de modo digno, ayudado además por la táctica de tierra quemada y el agotamiento, factores que se repetirán en campañas y épocas posteriores.
El colofón a esta campaña fue la derrota sueca en Poltava, donde un numéricamente superior ejército ruso, atrincherado tras una serie de reductos y con una superior artillería, destrozaba literalmente hablando, al ejército de un confiado Carlos XIII, que tuvo que huir tras la derrota a tierras turcas, para iniciar así el declive de la hegemonía sueca.
¿Por qué resulta interesante este conflicto?
La verdad es que es un período este del siglo XVIII muy atractivo, ya sea por lo fascinante de la uniformología (ha de ser muy interesante indagar acerca de los diferentes uniformes nacionales para poder pintar correctamente las unidades), como por las tácticas tan monolíticas de avanzar en línea para disparar a esas distancias tan cortas , como hemos visto en mas de una ocasión en alguna película (como es el caso de La Espada del Rey (¡gracias, Frank!), a la que pertenecen estas imágenes, y que precisamente reflejan la Batalla de Poltava), que aunque la precisión de los mosquetes de la época dejara mucho que desear pienso que la estampa debía imponer.
A su vez, van apareciendo unidades nuevas, como los dragones, granaderos o la infantería ligera, que se irán generalizando poco a poco. En el caso de la Gran Guerra del Norte existe la curiosidad de que tanto las unidades suecas como las rusas conservaban piqueros entre sus filas, un anacronismo que verá su fin en estas batallas. Es de remarcar la bravura de las unidades suecas, que se acercaban a una distancia de 50 o 60 pasos, abrían fuego y, tras ello, cargaban a la bayoneta. Debía ser demasiado para sus adversarios, ya que esta táctica, conocida como Gå På, les brindó a los suecos excelentes éxitos frente al resto de sus enemigos en campañas anteriores.
En fin, es un período muy apetecible para el wargamer y la verdad, no lo descarto para futuras incursiones. De momento, he sacado unas miniaturas que tenía aparcadas desde hace bastante tiempo, a escala 1/72, de Strelets (marca precisamente ucraniana), de una muy buena calidad, correspondientes a jinetes de la Guardia de Carlos XII, y este fin de semana les he dado unas manitas de pintura, lo suficiente para poderlas colgar aquí.
Bueno, por último tan solo me resta recomendar la lectura del volumen de Osprey dedicado a la batalla de Poltava (Campaigns nº 34), que tuvo su traducción (un poco flojilla, la verdad) al castellano en una colección aparecida ya hace bastante tiempo (Ejércitos y Batallas), en su número 69.
Se engloba dentro de un conflicto que enfrentaba a suecos contra daneses, noruegos, polacos, rusos y sajones, en el que esta alianza trataba de poner freno al creciente expansionismo sueco que había comenzado en el siglo XVII . Cronológicamente es un conflicto paralelo nuestra Guerra de Sucesión, que enfrentaba a Austracistas y Borbónicos, es decir, a Austria, España (al menos la parte que apoyaba al pretendiente austracista Carlos), Inglaterra , Portugal, Provincias Unidas y el Ducado de Saboya contra Francia, la España fiel a Felipe de Anjou y Baviera.
De hecho, Luis XIV pretendió la ayuda de Carlos XII, el rey sueco, que declinó la oferta dado que estaba inmerso en sus campañas para conseguir territorios en Dinamarca, Polonia y Rusia, además de resultarle un conflicto realmente ajeno a sus pretensiones. De haber aceptado dar su apoyo al francés, ¡¡quizá sus tropas hubiesen campado por escenarios como Blenheim, Denain, Ramilliers o, ¿quién sabe? ,Almansa!!
En fin, para poder saber más acerca de este conflicto, basta con acercarse a la Wikipedia (entrada de la Gran Guerra del Norte) o a cualquier libro de historia y leer un poco sobre el tema. Tan sólo como resumen, decir que los suecos resultaron ser una potencia militar muy sólida y arrolladora, que fue de victoria en victoria consiguiendo territorios a sus vecinos daneses, noruegos, polacos y rusos hasta que decidieron conquistar Rusia, donde el Zar Pedro I, que había ido modernizando su ejército y que había sufrido un doloroso aprendizaje a base de derrotas iniciales como fue la de Narva, pudo hacer frente a los suecos de modo digno, ayudado además por la táctica de tierra quemada y el agotamiento, factores que se repetirán en campañas y épocas posteriores.
El colofón a esta campaña fue la derrota sueca en Poltava, donde un numéricamente superior ejército ruso, atrincherado tras una serie de reductos y con una superior artillería, destrozaba literalmente hablando, al ejército de un confiado Carlos XIII, que tuvo que huir tras la derrota a tierras turcas, para iniciar así el declive de la hegemonía sueca.
¿Por qué resulta interesante este conflicto?
La verdad es que es un período este del siglo XVIII muy atractivo, ya sea por lo fascinante de la uniformología (ha de ser muy interesante indagar acerca de los diferentes uniformes nacionales para poder pintar correctamente las unidades), como por las tácticas tan monolíticas de avanzar en línea para disparar a esas distancias tan cortas , como hemos visto en mas de una ocasión en alguna película (como es el caso de La Espada del Rey (¡gracias, Frank!), a la que pertenecen estas imágenes, y que precisamente reflejan la Batalla de Poltava), que aunque la precisión de los mosquetes de la época dejara mucho que desear pienso que la estampa debía imponer.
A su vez, van apareciendo unidades nuevas, como los dragones, granaderos o la infantería ligera, que se irán generalizando poco a poco. En el caso de la Gran Guerra del Norte existe la curiosidad de que tanto las unidades suecas como las rusas conservaban piqueros entre sus filas, un anacronismo que verá su fin en estas batallas. Es de remarcar la bravura de las unidades suecas, que se acercaban a una distancia de 50 o 60 pasos, abrían fuego y, tras ello, cargaban a la bayoneta. Debía ser demasiado para sus adversarios, ya que esta táctica, conocida como Gå På, les brindó a los suecos excelentes éxitos frente al resto de sus enemigos en campañas anteriores.
En fin, es un período muy apetecible para el wargamer y la verdad, no lo descarto para futuras incursiones. De momento, he sacado unas miniaturas que tenía aparcadas desde hace bastante tiempo, a escala 1/72, de Strelets (marca precisamente ucraniana), de una muy buena calidad, correspondientes a jinetes de la Guardia de Carlos XII, y este fin de semana les he dado unas manitas de pintura, lo suficiente para poderlas colgar aquí.
Bueno, por último tan solo me resta recomendar la lectura del volumen de Osprey dedicado a la batalla de Poltava (Campaigns nº 34), que tuvo su traducción (un poco flojilla, la verdad) al castellano en una colección aparecida ya hace bastante tiempo (Ejércitos y Batallas), en su número 69.
Comentarios
son estupendas.
Poltava fue una batalla muy interesante y quedó en la memoria de los rusos para siempre. Leí en alguna parte que durante la IIGM los soldados soviéticos aún usaban su nombre para recordarse que simepre podrían vencer al enemigo.